Mass Effect 3 supone el cierre de la trilogÃa que BioWare inició esta generación y que ha crecido al ritmo marcado por las actuales consolas. La ópera espacial de Casey Hudson inició su andadura con los primeros vuelos de la nave NormandÃa dirigida por los chips de Xbox 360 en exclusiva. El acuerdo editorial entre el estudio y Microsoft se agotó con la llegada del juego a PC bajo el sello de Electronic Arts. A partir de aquÃ, Mass Effect 2 atravesó el particular relé de masa para acelerar su lanzamiento y llegar simultáneamente a la plataforma de Redmond y compatibles. Un año después desembarcó en Playstation 3. Con la saga perfectamente consolidada, BioWare da un paso al frente y no discrimina a nadie, pues Mass Effect 3 sale a la vez en los tres sistemas. Dedicamos este pre-análisis al que pretende ser el broche de oro para una de las nuevas propiedades intelectuales más consagradas de la generación.
La humanidad y el resto de las razas de la galaxia siempre estuvieron amenazadas y nunca lo supieron. Incluso cuando tuvieron la advertencia más obvia, los dirigentes polÃticos y militares no prestaron atención a las recomendaciones desesperadas de quienes advirtieron el nefasto destino que esperaba a la vuelta de la esquina. No es la primera vez, y previsiblemente tampoco la última, que la raza tecnológica ultra-avanzada de los Segadores desciende de los cielos para absorber hasta la última gota de vida a todas las razas vivas. Una historia olvidada, de la que nunca habÃa quedado constancia clara que pudiera ser encontrada por las razas venideras. E incluso ante su cada vez más evidente existencia, nadie hacÃa caso de esas patrañas del fin del mundo, o al menos nadie las creÃa hasta que las principales ciudades del planeta Tierra cayeron presas del pánico por la embestida de cientos de mastodónticas naves ocultas durante eras, esperando su momento para despertar y recoger la cosecha. Nosotros, los jugadores, en el papel del Comandante Shepard (versión masculina o femenina, ésta con más relevancia oficial para la ocasión gracias a la introducción de una carátula reversible), hemos sido testigos de excepción del cumplimiento del mito desde el minuto uno de este trágico partido.
Lástima que la ceguera de los polÃticos haya hecho caso omiso de las advertencias. La ópera espacial de BioWare narra una trama catastrofista común a otras obras del género de la ciencia-ficción, pero con un empaque digno de los mejores lienzos audiovisuales. El rico universo de Mass Effect se conforma por cientos de referencias cruzadas entre razas, personajes y escenarios, por un argumento trabajado y sin fisuras –con el permiso de la última novela– y por un enemigo común a todos los jugadores que genera el máximo grado de odio a estas alturas del conflicto. Mass Effect 3 será, además, la última obra de Drew Karpyshyn, guionista de BioWare que ha trabajado en las dos anteriores entregas y en otros tÃtulos como Jade Empire, quien ha decidido retirarse del videojuego para seguir la senda de la literatura en exclusiva. Esto convierte al tÃtulo en un cierre no solo para Shepard, sino también para sus creadores.
La aventura da comienzo con el Comandante Shepard repudiado de la alianza por su actuación en los acontecmientos vistos en el descargable "La Llegada", cuando el militar de las estrellas se ve obligado a manipular un relé de masa para retrasar la invasión de los Segadores. El Consejo no comprenderá la actuación y retirará al ex-espectro sus privilegios y poderes sobre la nave NormandÃa, relegándole a un papel administrativo en la Tierra. Pero Shepard nunca perdió ni la forma ni la esperanza, y siempre se mantuvo ojo avizor al advenimiento de la raza de máquinas preparada para exterminar toda vida orgánica del universo hasta que, sin previo aviso ni señales, el firmamento de las principales urbes del planeta se tiñe de negro con la llegada de las naves enemigas que comienzan a esparcir la sangre sobre el suelo de la Tierra. Una Vancouver asediada por los Segadores actúa como primer escenario en la partida para demostrar el poder de estas naves ocultas durante milenios en el vacÃo de las estrellas.
Como se ha podido ver y jugar en la faceta singleplayer de la demo, el primer escenario de Mass Effect 3 tiene como objetivo demostrar tres aspectos claves en esta nueva entrega. El primero, que la escala de los combates crece, al menos en cuanto a la profundidad de los escenarios, al nivel de interacción y al tamaño de los enemigos. El segundo, que la acción predomina sobre el resto de elementos durante las partidas gracias a la incorporación de aspectos jugables como la cobertura, los movimientos más rápidos para esquivar agresiones o los ataques cuerpo a cuerpo. Y el tercero y último (esto lo conocerán bien los jugadores que han completado el primer fragmento de la demo), que las decisiones de Shepard siguen siendo absolutamente determinantes en el transcurso de la partida. Con el caos sobre la Tierra, a Shepard no le quedará más que luchar contra la invasión recuperando viejas alianzas con razas antaño odiadas para crear un ejército capaz de repeler el ataque.
La ira o la bondad de nuestro comandante se expandirá por la galaxia a bordo de la NormandÃa con una campaña principal cuya duración superará las 15 horas sin contar misiones adicionales y otros extras. Dándole a los contenidos restantes conseguiremos como mÃnimo superar las 30 horas de juego según nuestra destreza y velocidad. TodavÃa es pronto para vaticinar la cantidad de horas exacta que nos dura la primera partida completa a Mass Effect 3, pero BioWare ha prometido mantener el ritmo de los dos primeros episodios en cuanto a volumen de contenidos, por lo que los seguidores de la serie pueden respirar tranquilos. Y no podemos olvidarnos del multijugador, sobre el que hablaremos en próximas páginas, que alargará las horas de juego penetrando en la invasión de los Segadores desde el punto de vista de nuestro propio soldado galáctico.
Tú, Comandante Shepard
Lo que suceda a Shepard en el desenlace del conflicto no lo sabemos aún –tampoco lo dirÃamos en el texto para evitar spoilers–, pero tenemos claro que el final de la trilogÃa puede no gustar a todo el mundo, según palabras de la propia BioWare. Esta temida creencia se debe a las múltiples posibilidades de las que dispondrá el jugador a la hora de jugar la partida en base a las decisiones tomadas en los dos anteriores juegos. ¿Qué sucederá con la raza Rachni según nuestros actos en ME1? ¿Cuántos de los personajes de ME2 harán acto de presencia en la trama? ¿Cómo habrá evolucionado nuestro Shepard tras verse relevado en el mando de la NormandÃa por los hechos del último descargable? No obstante, se ha dicho hasta la saciedad que los jugadores que decidan llegar vÃrgenes a Mass Effect 3 podrán hacerlo sin problemas, pues el juego no solo permitirá generar un personaje base en función de un simple cuestionario inicial, sino que incidirá en una estructura narrativa que contextualizará los hechos y no dará prácticamente nada por sentado.
Las combinaciones posibles hacen que cada partida sea prácticamente única. Partiendo de un ejemplo obvio que todos conocemos a estas alturas, un punto clave del primer Mass Effect (atentos, spoiler) como es la selección entre Ashley Williams o Kaidan Alenko. La decisión que tomamos en su momento ya impactó en Mass Effect 2, donde nos encontramos con el personaje rescatado en un punto del inicio de la trama. En esta tercera parte la situación será todavÃa más determinante, pues el personaje rescatado no solo vuelve como NPC (“Non player character”), sino que se involucra directamente en la batalla formando parte del conflicto, y no dudamos lo más mÃnimo que esta decisión tendrá repercusiones sólidas durante el desenlace de la invasión de los Segadores. En este entramado argumental lo que precisamente no faltan son ejemplos de acontecimientos que hacen cada partida única.
VIA | Meristation.com
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