En este 2012 hay regresos muy esperados, pero uno a los que más nostalgia acompaña es el de Max Payne. Han sido muchos años de espera, pero el hombre que revolucionó el género de los "shooters" está de vuelta, y no para repetir historia, sino para recuperar un estilo de juego olvidado. La pureza, tradición y libertad "shooter" del pasado tiende una mano al presente. El resultado: un Max más furioso y violento que nunca.
El de Max Payne es uno de los regresos más esperados de este 2012, de eso ya no cabe ninguna duda. Y no es para menos. El videojuego, previsto inicialmente para finales de 2009, tuvo que esperar a que Rockstar Games se decidiera a terminarlo tras un proceso de desarrollo que no sólo ha implicado largos años de espera (las anteriores entregas aparecieron en 2001 y 2003), sino también grandes esfuerzos, algo que se manifiesta en el hecho de que estén implicadas varias filiales de la compañia, desde la de Vancouver (autores de Bully) hasta la de London o Toronto.
La que fuera la propiedad intelectual de Remedy Entertainment está por tanto en muy buenas manos, y esto es algo que hemos podido comprobar recientemente a los mandos de un Max Payne 3 que no sólo pretende recuperar todo por lo que destacó hace ya una década, sino también dar lugar al "shooter" de acción más cinematográfico y sofisticadode Rockstar hasta la fecha. Una prueba de fuego para la compañÃa de los hermanos Houser que apuesta por una mecánica de disparos única, asà como por una presentación y un guión solamente posibles en la selecta factorÃa de juegos estadounidense.
El regreso de Max Payne
AsÃ, la nueva aventura de Max quiere resultar fresca, pero al mismo tiempo condescendiente con sus más clásicos admiradores, esos usuarios que aguardaban como agua de mayo (y nunca mejor dicho, porque sale durante ese mes) un videojuego que se presenta como unacontinua y sacrificada búsqueda. Nuestro protagonista, marcado por un atroz pasado, se da a la bebida y a los analgésicos como medio para redimir su pesar. No obstante, un buen dÃa Raúl Passos (antiguo compañero de academia) le ofrecerá un mejor plan: trabajar en seguridad privada para una adinerada familia en Sao Paulo (Brasil).
Pero no todo sale según lo esperado. Fabiana, uno de los miembros de la familia, es secuestrada, siendo nuestro objetivo a partir de entonces rescatarla de las manos de sus captores, unos narcotraficantes que, bajo el nombre de Comando Sombra, nos llevarán hasta unos peligros aún más grandes, con fuerzas paramilitares de por medio.
En resumen, Rockstar vuelve a poner toda su artillerÃa pesada en manos de los guionistas, que prometen sorprendernos con continuos giros y una alta carga emocional, siempre bajo la perspectiva de un protagonista que sigue herido, pero que lucha para oponerse a las fuerzas que lo oprimen. En este sentido, la búsqueda de la mujer se convertirá en reclamo principal para motivar al jugador, un recurso ya muy empleado en la historia de esta industria, pero sobre el cual los diseñadores estadounidenses pretenden ofrecernos su propia visión, adaptada a la actualidad y a los valores de producción de su compañÃa.
Además, otro rasgo interesante consiste en que Max Payne 3 no será una aventura de narrativa lineal, sino que realizará saltos en el tiempo (desde la vida pasada de Max en Nueva York hasta su estado actual en Sao Paulo) con el fin de introducirnos mejor en la mente del protagonista y de explicarnos por qué llegó hasta esta situación. Sin duda, un recorrido que, como poco, llama la atención; y más si os decimos que tiene visos de servir como recurso para conjugar la nueva estética -de esta entrega- con la antigua y más genuina (cazadora de cuero incluida).
Es decir, pasado y presente de la franquicia unidos en un tÃtulo que se sigue basando en el principio de que Max es un personaje solitario, con el valor y destreza suficientes como para enfrentarse a todo un ejército de enemigos. Es un tipo duro, y nos lo dejará ver durante las horas (se promete que será un número considerable de ellas) que dure su periplo "shooter". Uno donde, al igual que sus predecesores, cada partida es un mundo por descubrir.
La búsqueda de Fabiana será continua en un videojuego donde realizaremos saltos desde la vida pasada de Max a la presente. La carga narrativa promete estar a la altura.
Lejos de querer parecerse a los tÃpicos "shooters" donde nuestro único cometido es avanzar y disparar, la obra de Rockstar quiere hacer que cada disparo y movimiento sirva para expresarnos en el juego. La libertad de movimiento a lo largo de los escenarios sigue siendo la clave para entender este nuevo exponente dentro de la saga, uno que nos propone una pura acción de disparos donde es importante pensar rápido, pero también emplear acertadamente técnicas como el "bullet time" o Tiempo Bala, que regresa para darnos el tiempo suficiente como para que coloquemos la bala justo donde queremos.
El propósito final del juego es que cada bala sea como una particular carta de odio firmada contra nuestros enemigos, marcadas por un estilo e intención diferentes. Max Payne 3 está asà diseñado para que ningún disparo sea malgastado, para que nuestro cargador se vacÃe de manera casi artÃstica, aprovechando la capacidad de expresión al gatillo que Rockstar nos brinda. A este aspecto, para que no falten recursos se nos propone el particular salto con disparo tradicional en la serie (el conocido como "shoot-dodge"), el cual queda acompañado por una versatilidad "shooter" realmente admirable donde podemos correr, lanzarnos rodando, recoger una pistola e incluso antes de levantarnos ya estar disparando.
Por todo ello, os podemos asegurar que aunque superamos dos niveles, la sensación que obtuvimos fue la de que podrÃamos haberlos repetido hasta en dos o tres ocasiones más sin aburrirnos. La rejugabilidad y la oportunidad de completar los mismos escenarios pero bajo diferentes coreografÃas de disparos, va a ser pues otro de los aspectos claves de un lanzamiento donde incluso se nos premia por realizar los mejores disparos (a la cabeza o al corazón), ya que esto nos ayudará a incrementar la barra del tiempo bala.
El nuevo videojuego de Rockstar nos propone, por tanto, un sistema de juego donde siempre estemos intentando nuevas formas de abordar a los enemigos, ya sea saltando a través de ventanas, acertando a elementos explosivos o incluso asomando nuestro rifle sobre una cobertura a fin de realizar un contundente disparo a ciegas. Hay bastante donde escoger, algo que otorga al jugador una capacidad de experimentación que le haga sentirse en contacto fÃsico con el personaje, cosa que no ocurre con frecuencia en el género de los "shooters".
La “kill cam” se activará cuando matemos al último rival en pantalla, enfatizando el momento y dándonos la posibilidad de hasta ralentizar aún más la acción.
Añadido a esto, Max Payne 3 es pura acción cinematográfica -al igual que sus predecesores- y como tal el tÃtulo nos hará dirigirnos siempre hacia adelante, sin miedo, porque nuestro protagonista está construido bajo la concepción de que es un tipo con agallas, sin miedo a la muerte. Avanzar con sigilo en ocasiones será útil (sobre todo para acabar con enemigos por la espalda), pero en la mayor parte de ocasiones prima más la agilidad del usuario, su carácter ofensivo y habilidad para disparar rápido y con precisión.
Interesante resulta apreciar, a este respecto, que se hayan incorporado hasta tres sistemas de apuntado, uno completamente asistido, especialmente indicado para nuevos jugadores (“hard lock”); otro semi-asistido, que pone la mirilla sobre el rival más cercano, sin seguirle (“soft lock”); y una última configuración, la manual de toda la vida, que se consolida como la ideal para sacar el máximo provecho a esta aventura repleta de venganza y redención.
Por supuesto, las coberturas -siempre manuales- suponen otro de los grandes pilares de la jugabilidad, pero es de agradecer que Rockstar no haya tomado el prefijado camino que han adoptado la mayorÃa de shooters durante la última década. La razón estriba en que serán útiles para idear estrategias y sorprender a los enemigos, pero no de utilización obligatoria o abusiva. Esto se debe principalmente a otro de los rasgos distintivos del juego:no existe vida autorrecuperable.
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